Es lo único que puedo llamar mío, y lo comparto con ustedes.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Señor sus zapatos están preciosos

No hay imágen ya me quiero ir a dormir. Cuando esté de humor explicaré mi célebre frase que llamada -"Señor sus zapatos están preciosos"
Bueno aquí yo de nuevo, estoy algo triste y deprimida. Bueno okay, lo acepto estoy SUPERLATIVAMENTE TRISTE. Pero eso no importa, nada importa realmente. He afectado a muchas personas por mi estúpida depresión y os pido perdón, pero lamentablemente soy humanay cometo errores. (Más de los que me gustaría pero bah) Em...no estudié nada para historia, a la mierda. Bueno después de horas de llorar y arrepentimiento aquí tienen mi más cercana expresión un one-shoot de crepúsculo.
Contexto: Leeneth, se tiene que regresar a Volterra puesto que el tiempo en el que se le permitió quedarse en su hogar terminó. Si quieren sentir lo que yo sentí al escribir el fic les recomiendo la canción de Possibility de Lykke Li es mi nueva obsesión.
Nota: Sigo sin word, así que también sin corrector de ortografía, me da flojera escribir en el hotmail o algo así, así que se joden espero no tener demasiadas.
Sacrificios

El óceano arremetía con fuerza en contra de la dura piedra. El sonido era estruendoso, pero a ella le calmaba. La espuma blanca revoltoeaba y burbujeaba. Se preguntó como algo tan fluído como el agua podría deformar algo tan sólido como la roca. Pero los pensamientos no importaban...era su último día allí y lo sabía.

Llenó sus pulmones de la última bocanada de aire. Tenía un ligero aroma a musgo, bosque, tierra mojada y mar. Sintió una ligera brisa que sacudió sus cabellos rojizos al compás. Sus orbes carmesí contemplaron por ultima vez el escenario del que había sido actriz tantas veces.

Recordaba cuando Seth y ella corrían por la playa, ambos sonreían, como si nunca se espereran que eso terminara, ella siempre pensó que sería eterno. Ahora todo le parecía una mentira, un recuerdo borroso que nunca existió.

Aveces en las noches de verano, solían juntarse y prender una fogata, azando bombones. Recordaba que las historias que los Quiletes contaban acerca de los fríos y los lobos. Le erizaban la piel y se abrazaba de Seth con sus mejillas encendidas. Ahora todo eso se le escapa de sus manos y no lo puede detener. Todo pertenece al pasado y aquello ya sucedió. Un vació le llenó el pecho, era cierto...no había nada más que hacer.

Las olas seguían rompiendo con violencia. Pero no tenía importancia. Alzó el rostro buscando el sol, pero las nubes lo ocultaban. Estaba segura que hasta la luz le huía, era cierto alguien como ella no se merecía ni un rayo de luz. Estaba destinada a la oscuridad toda una eternidad

Se paró sobre el acantilado retando al peligro. Las piedras sueltas caían mientras ella caminaba por el borde. Pero todo era inútil, ella no perdería el equilibrio, su nuevo equilibrio era perfecto. Era como si aquello fuera inato.

Ladeó la cabeza para observar la Push en todo su esplendor, la arena negra seguía allí, Seth también. Todo era como siempre fué...menos ella. Ella no era quien siempre fué.

Saltó del acantilado, para caer en una especie de plataforma más abajo, cayó de pie como la más perfecta circense. Sintió la repentina necesidad de sumergerse en el mar, como si aquello fuera a calmar el dolor que sentía en su pecho. Se quitó la sudadera cafe que portaba. Los zapatos también. Los dejó en la plataforma para evitar que se mojaran. Sus ojos se movían con tristeza y melancolía. Ahora sólo quedaba su pantalón de mezclilla y una blusa de tirantes que Alice le regaló.

Se arrepintió de saltar al agua. Lo único que lograría era acabar empapada, solamente haría más desgraciada su apariencia. Por lo que decidió mejor caminar por la playa. Se movió con agilidad por el acantilado, agarrándose de las piedras salidas hasta llegar a la playa y sentir la fina arena en sus pies. Los movió inconcientemente.

Se aproximó la playa, la arena estaba más mojada que de costumbre. La marea estaba baja. Llegó al borde donde las olas mojaba sus pies ligeramente. Seguramente estaba el agua estaba fría pero ella no lo sentía. Miró su reflejo en el agua y se dio cuenta que era todo lo que alguna vez deseó.

Era bellísima, sus ojos grandes con pestañas largas y curvadas. Las orbes de rubí que brillaban con intensidad, recién alimentada. Sus facciones finas, sus pómulos perfectos. Su cutis níveo y homogéneo. Sus labios carnosos y rojos como prueba de su dieta. Era perfecta, letalmente perfecta.

Pero dicen que no siempre lo que deseas es lo que realmente necesitas. Y ella lo aprendió. Sintió la repentina necesidad de patear a su reflejo y borrarlo, pero no lo hizo. Nadie cambiará lo que es y lo sabe.

Aquel imperceptible ruido hizo que ella girara y se encontrara con el Volturi. Vestía exquisitamente como usualmente lo hacía, traía un abrigo gris oxford con un pantalón de vestir debajo del mismo color y unos zapatos negros. Recordó lo que le dijo Seth al ver a Alec por primera vez "Tu amigo se viste muy formal para tener 16 años" no pudo reprimir una sonrisa que se formó en sus labios. Era cierto que extrañaba sus comentarios, pero más aún lo extrañaba a él.

Ella desvió la mirada y decidió ignorarlo. Volvió a sentir la arena entre sus dedos, y se decidió a agacharse para tomar un puñado de la arena negra. Quería llevársela para tener algo de su hogar allá en Volterra.

Alec se posó junto a ella. Y la observó por el rabillo del ojo. A veces hasta a él le parecía más frágil que cualquier humano. Le gustaría saber que era lo que pensaba en este momento aunque tal vez era de los más obvio.

-¿Es hora?-preguntó ella mientras la voz se le quebró al final de la frase. Alzó la mirada al horizonte.

-Sí-afirmó él. Contempló como la mirada de ella se perdió en el paisaje. Sentía el suelo arenoso debajo de sus pies. Y recordó que hacía mucho tiempo que no había estado en una playa.

-Me lo esperaba-ella alzó la vista con pesadez, y sus ojos se fijaron en los de él. Un suspiró se escapó de los labios de ella. -Me pregunto...-divagó ella levantándose hasta quedar a la altura de él y dejar escapar los restos de arena que descanzaban en su mano.

Alec la siguió con la mirada, y divisó el contraste de la pálida mano de ella y la oscura grava que caía de sus manos como si miles de pedazos se desprendieran de la vampira. Alec pensó que no había mejor manera de descrbirir lo que sucedía, ella estaba dejando partes de ella misma en ese lugar.

-La última vez que dejé esta playa, no le dí importancia. Simplemente supe que cuando volviera seguiría allí y la podría contemplar una vez más. Pero ahora es diferente ¿no?-ella apretó los puños sobre las piernas, se mordió el labio y siguió. - La Push seguirá aquí pero yo...no.

Elevó la mirada, buscando apoyo en el Volturi. La de él vista extrañamente se enfocaba en el suelo, como esperando algo. Un hálito movió los cabellos de ambos. El cuerpo de ella tembló al ritmo de la ventísca. Alec reconocía aquella mirada, cuando ella estaba en Volterra era la única que existía.Ese triste gesto que opacaba su iris al punto de hacerla parecer más un zombie que un vampiro.

La tensión en su cuerpo no aguantó más y descanzó sobre él. Vencida. Estiró sus brazos por el cuello de él y posó su rostro en su hombro. Era la primera vez que se encontraba tan cerca de él, olió el perfume que emanaba de su piel, sintió por debajo del abrigo el cuerpo de él. Era tan irrestible para ella, que no lo logró evitar.

Alec se quedó inmovil por el momento. Si hacía tiempo que no iba a una playa, hacía más tiempo desde que alguien lo abrazó. Era irónico, a pesar de la gélidez de ambos, se sentía el calor que emanaba desde ella, tal vez eso era cariño. Ahora entendió el termino de un cálido abrazo, no ese refería a la temperatura si no el sentimiento. Evitó el reflejo de devolverle el abrazo y simplemente se quedó quieto.

Ella entendió que el abrazo le incomodaba, así que se retiró con cuidado, tratando de no hacer ningún movimiento brusco. Mientras desenredaba sus brazos del cuello de él, el brazo de él se apoyó ligeramente en su cintura. Ella entonó los ojos y lo volteó a ver.

Alec se desconcertó al ver la reacción de ella. Pensó que tal vez estaría haciendo algo mal. Entonces volteó a ver su rostro. El gesto de dolor se había ido, solamente quedaban pequeños vestijios de él. Los labios de ella se torcieron en una de esas sonrisas, que esbozaba cuando sentía esperanza. Leeneth separó ligeramente los labios y susurró su nombre y movió su cabeza hasta el pecho de él.

-Prométeme algo-pidió ella mientras se acomodó y estiró sus brazos en el torso de él.

-¿Qué?-su voz era fría y inexpresiva. Era cierto que tanto contacto se volvía algo molesto para él. Pero decidió tragar su propia inconformidad y centrarse en la vampira.

-Que no te irás-murmuró entre dientes. Mientras apretaba los puños en su espalda. Su cuerpo se contrajo ligeramente y entonces Alec entendió que ella tenía grandes problemas con el abandono. Y no sobreviviría a un abandono más.

-No lo haré-prometió él, tratando de calmar a la joven vampira. Inmediatamente los músculos de ella se relajaron, sintió que la tensión se desvaneció. Ella inhaló profundamente y cerró los ojos por un momento. Tal vez las cosas no eran tan malas como parecían. Estaba dispuesta a Sacrificarse sólo por estar un poco más con él.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Estoy extrañamente feliz, y divertida. Es decir hace unos minutos estaba a punto de caer en una de mis depresiones amorosas post-obsesión. Entonces me tiré en la cama y observé mi libro de psicológica junto y recordé que cuando era menor solía jugar al típico juego "Diablo del ibro rojo(y haces una pregunta)" y después escoges una hoja y señalas una palabra.



Así que tomé el libro y sin pensar que no era rojo comencé a consultar:




  1. Si alec me conociera, ¿Se enamoraría de mí?

Respuesta textual: utilizar el cuerpo



Contexto: Cuando el niño adquiere la habilidad de utilizar el cuerpo y expresarse se desarolla el aspecto emocional.




  1. Si yo fuera un vampiro, ¿Alec se enamoraría de mí?

Respuesta textual: hacer connjeturas


Contexto: Hacer conjeturas sobre el efecto que tiene una variable sobre la otra.




  1. Si Cameron Bright (El que actúa de Alec) y yo nos encontraramos ¿Se fijaría en mí?

Respuesta textual: intimamente


Contexto: Cuando los conyuges se relacionan intimamente se está perdiendo parte de su individualidad.



Diosssss fue tan gracioso, es decir hahahaha...es gracioso dejénme en paz.

Eh...eso fue de ayer, iba a actualizar pero se fue la luz así que quedó el borrador, en fin actualizaré con él, aunque estoy de un humor en que un emo me podría patear alegando que soy emo, así que mañana contaré o algo así

jueves, 26 de noviembre de 2009

Ya he tenido suficiente

Bueno, yo de regreso, a estas alturas nadie leera, pero confesaré que no me importa en lo más minímo, estoy feliz y decidí hacer lo que me plasca sin que me importe nada, así que cuidado Daniel si mañana llego y te planto un beso (xD) con sabor a queso de cabra con cenizas y lechuga!

mmm... tengo hambre y lo raro es que comí hoy un yogurt light, 3 enchiladas, 2 medallones de carne con verduras a la mostaza, enslada con queso de cabra y 4 quesadillas. Soy un monstro. Lo peor es que me siento tan ligera y hambrienta que como cuando me desperté. Oh sí, quiero ir a un bar a pedir sangre O-

Bueno desde hace días estoy emocionada por una historia que comenzó como un one-shoot.



Explico: Una amiga cumplirá años y le regalaré una historia de crepúsculo, pero después ella quizo que metiera a un personaje mío también y así salió Leeneth:



Nombre completo: Leneeth Hendercrois

Edad: 15 y medioaños

Estatura: 1.57

Peso: 45 kg's

Cumpleaños: 24 de Junio

Tipo de Sangre: B-

Nacionalidad: Estadounidense

Residencia: Fork's

Especie: Humana/Vampiro

Voz: suave y aterciopelada.

Inteligencia: Alta baja

Telentos/Poderes: Tiene el poder de convencer a las personas, dar ordenes y que ellos le sigan sin cuestionarla. Puede controlar a todos a su alrededor en un rango de setenta kilómetros, la victíma está límitada a lo que puede hacer. Puede controlar a tantas personas, como desee simultaneamente. También puede ser víctima de su propio poder. Si ella se separa fuera de ese rango de 70 kilometros no tendrá ningún recuerdo de ser controlado por el poder, pero tendrá un hueco notable en la memoria.

Descripción completa: Es de talla chica-mediana, demasiado delgada prácticamente frágil, su cabello es rojo-rojo (No rojo-naranja XD) sus ojos eran castaños y rasgados, es de tez blanca, pestañas largas, nariz ligeramente chata, labios carnosos.

Como se viste: Se viste como una persona normal, generalmente usa sudaderas y el gorro sobre la cabeza. Pantalones de mezclilla. Usa botas casi todo el tiempo. Usa aretes grandes.

Adjetivos: Introspectiva, honesta, temperamental, vunerable, egocéntrica, sacrificada, evasiva, ansiosa, diciplinada, indecisa, mal humorada, impulsiva, determinada, protectora, confiada orgullosa, alerta.

Psicológicamente: es bastante expresiva, no sabe fingir ni mentir es algo retraída, pero suele aparentar ser fuerte para ocultar su debilidad. Se siente culpable por casi toda las cosas que suceden a su alrededor.

Le gusta: la neblina, el agua, los perros, caminar, música, silencio y el mar.

Odia: la comida en general, injusticias, Hobbies: nadar, jugar ajedrez, hacer jardineria, leer, estar en internet.

Color: cafe

Palabra: "Lo siento"

Mano: izquierda

Posesión más preciada: el collar de su madre

Lugar favorito: La playa

Objetivo: No hacer más daño del que ya causó

Hábitos: morderse los labios, caminar de puntillas, enredar su cabello en uno de sus dedos en todo momento.

Rasgos: Una cicatriz en medio de las cejas, cuando sonríe se le hacen dos hoyuelos en las mejillas.

Describir infancia: Fue promedio o más bien feliz. No tuvo ningún hermano, solamente vivía con ambos padres. Siempre estubo consentida siendo la número uno en todo lo que hacía. Tenía dos perros.

Mayor arrepentimiento: Convertirse en vampiro

Mayor temor: No controlar su sed

Que le hace enfadar: Las injusticias, el sarcasmo, las mentiras, el calor, los cotilleos.

Que le hace reir: ¿Lo gracioso?

Mayor fortaleza: Su inteligencia

Mayor debilidad: Su indecición

Optimista/pesimista: pesimista

Ordenado/desordenado: desórdenado

espontanéo/planeador: planeador


Esa es su ficha explico su historia. Ella fue a Volterra de vacaciones y fue escogida como parte del grupo de comida del día. Apunto de ser mordida por uno de los vampiros, ella gritó que no y el vampiro en instantes se detuvo (lo convenció con su poder/don) por lo que los demás se dieron cuenta de su potencial, convirtiéndola en vampiro.

Pasaron unos diez meses mientras ella se mantuvo en la guardia de los Vulturis, cuando un buen día se fue de cacería custodiada por Alec, ella logra alejarse lo suficiente y encara al vampiro, obligandole (con el don) a que la deje ir. Por lo que ella se va y cuando cruza la frontera (pasando los 70 kilómetros) es cuando comienzan a perseguirla porque se dieron cuenta que es escapó, y su don es muy preciado para perdérselo.

Pero ella logra subir a un avión rumbo a Washington regresando con el resto de su familia que vivió en Forks. (Los que la acompañaban obviamente murieron allá en Volterra siendo ella la única sobreviviente) Cuando llega, su familia se muestra incredúla a su regreso y el cambio de su físico, ella hace lo posible por resistir la sed y aparentar ser una persona normal. Pero después por la noche salió a cazar y es cuando los Cullen la enfrentan, alegando que se vaya de allí, pero ella comienza a huir pensando que la llevarán de vuelta a Volterra, cuando llega a casa, percibe el olor de otros vampiros y justo cuando entra, están una parte de los Volturi ( Romina, el personaje de mi amiga, Alec, Jane, Demetri y Felix) apunto de atacar a su familia, por lo que ella se ve obligada a demostrar sus verdaderos poderes para defenderlos. Romina está por abalanzarse sobre su tía entonces ella la embiste y la lanza hacia el bosque donde se traslada la pelea para tratar de no ser vistos por los demás. La batalla se reduce entre Romina y Leneeth, donde los demás vampiros dejan a su miembro demostrar sus habilidades. Después de que Leneeth fue vencida, aparecen los Cullen demandando una explicación, la banda de los Vulturi se cohibe y desiste de la captura de Leneeth para no cambiar su aspecto de defensores de las reglas de los vampiros. Por lo que se alejan del territorio de Forks, planeando una excusa para capturar a Leneeth.







MUAHAHA! Esa es mi gran historia, no es gran cosa, pero para dos días fue algo bueno, ¿no?







Me voy pasan UVE!! CIAO!



viernes, 20 de noviembre de 2009

Bueno aquí estoy de vuelta más que feliz. Hoy fue un increíble día en serio. Convencí al profesor de historia que me subiera de 8 a diez, el de psicológía de 8 a 9 y el de inglés que dios, se me salía el corazón, saqué 58 en el exámen de 120 (me dieron veinte minutos para hacer un exámen de dos horas) así que hablé claro con él y le expuse mis puntos y me colocó 8!


Sabía que era una persona elocuente, ¿Pero tanto? Señores están leyendo a la próxima novelista. En serio, estoy más segura que tengo un poder para convencer a la gente.


´Fuí a ver Luna Nueva (lo acepto soy fan) y bueno Edward tiene un cuerpo feo, demasiado flaco. Me gustó Alec, es sexy. Y me la pasé bien con Romina, me encontré a unos amigos y ya. Aparte tiene mi misma edad (Sé que va en contra de mis principios) pero cuando se es bueno se es bueno.


Bueno hace una hora comencé a escribir mi segundo borrador de mi historia. Estoy tratando de encontrar las personalidades indicadas y el lenguaje para cada personaje. Así que está bien, me gustó el que les pondré, sólo que deberá ser más agresivo ¿no?



Misma mecánica: Hidé es descediente de una antigua estirpe de ninjas, por lo que es especialmente hábil. Madeleine (Elizabeth) es de inglaterra y ganó una beca para estudiar en Japón. Teru es el hermano gemelo de Hidé. Brooke la mejor amiga de Madeleine.


Em...sigo sin word, así que no hay corrector de ortografía mis disculpas. Melanie! muchas gracias por leer *O*



Ciao me voy, que me está dando sueño. Quiero soñar con Alec...




Japón (Segundo borrador)


Madeleine entró cuidadosamente a su cuarto, sin hacer demasiado ruido, pasaban de las cinco de la mañana. Por lo que suposo que todos se encontraban dormidos. Se sentía mal, por mil y un motivos. Comenzando por el dolor de cabeza que surgía con intensidad en sus adentros. Maki la engañó al decir que se trataba de una simple reunión que acabó siendo una noche de chicas en todo el sentido de la palabra. Ahora estaba más arreglada que cuando salió de la casa. Lo único salvable era que era sábado así que podía dormir hasta que se le antojara. Sin olvidar que el lunes había exámen de historia. Pero no tenía de que preocuparse, o al menos eso pensaba. Se deslizó por el cuarto en oscuras, cuando prendió las luces.
-Bu-trató de espantar aquel intruso en la habitación. Y realmente lo logró, ella soltó un grito ahogado, pero rápidamente fue callada con un rápido beso. Acallándola para que no alertará a sus compañeros de casa y pronto interumpieran en su habitación. Madeleine tomó nota mental, gritaría más seguido. El beso se siguió intensificando hasta que ella tomó aire y suspiró.
-¿Qué pasa Mad?-cuestionó el inquilino con aquella sonrisa malvada. Traía un traje completamente negro, ella se preguntó quien se murió, pero acalló esa pregunta que se formuló en su mente.
-Estoy...cansada-excusó mientras caminó hacia el baño y se dirigió a écharse agua en el rostro y lavar sus dientes.
-Sí, creo que ellas son malas influencias-respondió mientras se sentaba en la cama y se acomodaba con los brazos detrás de la cabeza, relajándose por completo. La joven no pudo evitar una carcajada. A lo que él sonrió.
-En fin. Pensé que tendrías cosas más importantes, que estar en la habitación de tu novia adolescente-comentó cepillándose el cabello recogieéndolo en una coleta. Ahora él fue el que se rió divertido.
En un momento se encontró junto a ella en el baño, tomándola por la cintura con protección. Madeleine se sobresaltó un poco, pero ciertamente después de un tiempo, te acostumbras a todo, inclusive a la increíble velocidad a la que se movía. Ella dejó el cepillo en el lavabo y ladeó la cabeza para observarlo. Ambos se reflejaban en el espejo.
-Pues resulta, que acabé temprano de mi trabajo, no había muchos tipos que mandar al infierno. Fue...tranquilo-susurró en su oreja. Ella colocó una mueca de desagrado y siguió cepillando su cabello.
-Sabes que no me gusta que hables de eso. Sigo estando desacuerdo-regañó Madeleine.
-¿Qué ¿Sigues sin aceptar que mi naturaleza es asesinar?-interrogó orgulloso. Puesto que a él no le importaba.
-No es tu naturaleza. Simplemente ve a...-trató de explicar ella antes de que él se alejara rápidamente y se volviera a sentar en la cama.
-¿Teru ¿Me comparas con él no? Si tanto querías un ángelito ¿Por qué no te quedaste con él?-reclamó Hidé, crispaba los puños en su regazo. Toda una vida comparándose con su gemelo, que no podía aguantar. Madeleine se mordió el labio al darse cuenta de su error. Dejó el cepillo. Y se dirigió hacia él con cuatela. Se sentó detrás de él y acomodó su rostro en el hombro de él, mientras lo abrazó por la cintura. Aquel gruñó y se quedó quieto.
-Hidé, no quise decir eso...tú sabes...no era mi intención. Sólo es que nunca imaginé...encontrarme así. Crecí pensando en que me casaría con un hombre promedio, que todos los días llegara cansado de estar frente a un monitor. Y lo único que haría sería sentarse en el sillón a ver el fútbol...-ella estaba dispuesta a continuar pero él se rió ante sus palabras, y se volteó hacia ella. Entrelazó sus manos en su cuelllo y soltó la coleta de ella, esparciendo hebras de fuego por toda su espalda. Hidé la contempló.
-Odio cuando ocultas tu cabello-acusó cambiando el molesto tema.
-Te recuerdo que la primera vez que lo viste, dijiste era escandalozo y vulgar-respondió ella sin quitar una sonrisa de su rostro. Tomó la mano de él con delicadeza y la aprisionó entre ambas manos.
-Eras el amor de mi hermano, así que me dí el lujo de mentir-confesó él, en una muestra de sinceridad.
-No me convence.
-¿A no ¿Qué puedo hacer para que la señorita Miller se dé cuenta que estoy diciendo la verdad?-retó mientras la besaba con suavidad. Ella soltó sus brazos y los reposó en el cuello de él jugando con su cabello de carbón. Hidé acercó la cintura de ella. Ella rió y se tiró en la cama.
-¿Por qué siempre acabamos besándonos?-preguntó con una sonrisa en su rostro.
-¿Por la irresistible atracción que sentimos entre nosotros?
-Buena respuesta-aceptó ella, mientras un bostezo la tomó deprevenida. El rostro de Hidé se llenó de felicidad.
-Deberías de dormir-opcionó mientras se levantaba de la cama. Y miraba por la ventana contemplando el amancer.
-¿Estás loco? Mi ocupado novio, tiene tiempo de verme. No lo desperdiciaré abrazando una almohada. Vamos abajo a desayunar algo-sugirió mientras se levantaba y se dirigía a abrir la puerta.
-Brooke, Alina y Katia están ya despiertas viendo la televisión-advirtió tomado la mano de Madeleine.
-¿Y?
-Que pensarán que dormí aquí, con mi novia adolescente. Y no será lo correcto.
-Mmm...No hay problema. Es decir, algún día tu y yo seremos marido y mujer-aclaró Madeleine mientras reía abriendo la puerta. Hidé suspiró al ver la ligereza con la que tomaba todas las cosas.
Ambos bajaron las escaleras, Hidé atrás de Madeleine. Y tres pares de ojos los siguieron en cada segundo. Ninguna abrió la boca, más bien...ninguna la cerró.
-Buenos días...Madeleine...y Hidé-saludó Brooke con confusión. Mientras trató de disimular un poco.
-Hola, chicas-saludó Madeleine sin poder reprimir una sonrisa de complicidad.
-¿Qué tal?-saludó Hidé con una mueca de diversión.
Ambos caminaron a la cocina y él se sentó en unos bancos de la barra. Recargando los codos en la mesa. Ella se dirigió al refrigerador y tomó una coca light.
-Eso es malo, para romper el ayuno-recriminó Hidé.
-Ok-volvió a meter la mano en el refrigerador y sacó unos waffles precocidos junto con un litro de leche. Los colocó en la barra y se dirigió a por unos platos y vasos.
-¿Chicas quieren waffles?-gritó tratando de que escucharan sobre el ruido de la televisión.
-Oh sí-contestó Brooke, mientras se dirigía a la cocina aparentando no notar nada fuera de lo común. Se sentó junto a Hidé y sonrió. Madeleine sirvió los waffles y también tomó asiento.
-¿Fríos?-cuestionó Hidé, divertido por la expresión de irritación en los ojos de Madeleine.
-Ahí está el microondas, señor consevador-indicó mientras señaló el microndas con el waffle en la mano. Brooke rió al ver a los enamorados peleando.
-¿Quieres que caliente los tuyos?-cuestionó mirando a Brooke. Quien le dedicó una mirada de disculpa a Madeleine.
-Sí.
-No veo que ven de malo en waffles fríos, es decir es lo mismo-agregó la pelirroja con enfado.
-Claro que sí Mad, sólo unos quince grados de diferencia-aclaró Hidé esperando a que el microndas avisará que acabó. Brooke de nuevo soltó una carcajada. Ella se tragó lo que le quedaba del waffle de un sólo bocado y esperó a que ambos acabaran sus waffles calientes.
-¿Hidé dónde está tu auto?-cuestionó Brooke, extrañada de no ver su Audi estacionado frente a la puerta o en el porche. Pensó que tal vez sería una pregunta arriesgada pero aún así se aventuró.
-Ah..lo dejé en el estacionamiento de la escuela, quería caminar un poco-aclaró, mientras comía gustosamente.
-Claro- reanudó ella convencida con la explicación de él. Puesto que los járdines de la escuela, eran algo para detenerse a ver. Antes de que el interrogatorio siguiera entró Katia y Nina a la cocina. La última se sobresaltó al ver a Hidé sentado allí. Aquel se dió cuenta así que deboró el par de waffles y succionó la leche rápidamente.
-Bueno...eh...ahora nos vemos-excusó Madeleine. Al ver que Nina estaba apunto de hacer algún comentario desagradable. Así que regresaron a cuarto de ella. Ambos se quedaron detrás de la puerta.
-¿Qué dicen?-preguntó Madeleine llena de curiosidad. Hidé fingió una expresión de concentración.
-Em...Nina reclama que como me dejas entrar a la casa, Katia dice que sobrepasas los límites y que soy un aprovechado, Alina no dice nada y Brooke te defiende, dice que estás enamorada y que soy un buen tipo-explicó con orgullo. Madeleine torció los labios.
-Eso es bueno-declaró Hidé al ver que ella no diría nada.
-¿El qué?
-Le agrado a tu mejor amiga-Madeleine sonrió y volvió a bostezar.
-Mejor no bosteces cuando bajes, pensarán que soy una bestia que no te dejó dormir en toda la noche-argumentó con una sonrisa pícara.
-¿Te vas?-cuestionó la joven preocupada.
.-Nos vemos en la fuente a las cuatro, ¿Está bien?-aclaró él.
-Si no vienes...llamaré a la policia-amenazó mientras lo besó. Despues abrió la puerta y ambos bajaron, y los cotilleos cesaron. Atravesaron el recibidor y abrió la puerta del exterior y la cerró, para que las demás no escucharan la conversación.
-Si te digo que te amo ¿Saldrás corriendo?-cuestionó Madeleine mientras lo abrazaba.
-Mmm...tal vez-respondió mientras recogía un cabello que se le cubría el rostro.
-Entonces no lo diré-avisó ella.
-Te amo, Mad-dijo Hidé mientras la besó en la nariz y comenzó a caminar.
Ella sonrió y entró de nuevo al recibidor. Trató de pesar inadvertida, pero no lo logró.
-Madeleine-gritó Katia. La aludida suspiró y caminó a la cocina.
-¿Qué pasó?-interrogó la pelirroja con la mayor inocencia posible. Tratando de no notar el enfado de dos de sus compañeras de hogar.
-Para tener sexo con tu novio, existen los hoteles ¿sabías?-comentó con agresividad Nina.
-Lo que Hidé y yo hagamos no te incumbe ni te afecta, así que aprende a mantener la boca cerrada-correspondió Madeleine.
-Si le digo al rector que llevaste a tu novio a la residencia, te quitarán la beca y la residencia-advirtió Nina con maldad. A Madeleine se le formó un nudo en la garganta, si no tenía beca, no habría forma de pagar la escuela, ni mucho menos una renta, así que tendría que regresar a Inglaterra y explicar porque había fallado.
-¿Ahora ya cierras la boca?-cuestionó Nina. Con un atisbo de triunfo en sus ojos.
-Calláte Nina-gritó Brooke, dando un paso al frente dispuesta a tirarle un puñetazo.
-No Brooke...está bien-consoló Madeleine tratando de no tambalearse. Si volvía a Inglaterra, nunca más vería a Hidé y eso la mataría. Que imprudente había sido...
-Bien, me alegro que aceptes tu culpabilidad. Creo que será la última semana en la que nos vemos por aquí, espero que hayas disfrutado tu estancia en Japón-condenó Katia.
Ella no dijo nada, se retiró silenciosamente hacia su habitación, cerró la puerta con seguro, se acostó en la cama y las lágrimas comenzaron a salir. No podía creer que todo había acabado así, por una imprudencia de las suyas...no podía creer que volvería a Inglatera, no quería.
No se dio cuenta cuando se quedó dormida. Unas horas después el celular comenzó a sonar, tanteó la mesa tratando de encontrarlo y por fin contestó con la voz quebrada.
-¿Si?
-¿Mad ¿Que sucedió?-era Hidé. Debían de ser más de las cuatro. Rápidamente se levantó.
-Nada...Hidé...no quiero salir.
-Madeleine Miller, dime que pasó.
-Nina...Nina le dirá al rector...-su voz se quebró y los sollozos también. Se escuchó un gruñido por parte de Hidé. Y un golpe sordo.
-Voy para allá.
-No, Hidé, no-trató de evitar que Hidé volviera a la casa empeorando las cosas. Bajó rápidamente las escaleras y ahí estaban Nina y Katia en el sillón sonriendo con malicia. En un momento sonaron las llantas al frenar repentinamente. Madeleine salió abriendo la puerta, esperando poder razonar con él.
Hidé con el rostro lleno de ira, los ojos le brillaban con intensidad. Sus pasos eran estruendosos y con una mano evitó a Madeleine entrando en la casa. Las chicas se sobresaltaron al verlo entrar.
-Hidé, no-ordenó Madeliene. Corriendo hacia él, esperando que no hiciera alguna tontería, ella sabía que él era un impulsivo y temía que no midiera las consecuencias.
-Nina-ladró él. Mientras se acercaba hacia ella, quien inconcientemente se había levantado de un salto del sillón.
-¿Qué quieres?-Ella trató de sonar de lo más firme posible pero fracasó.
-Quería agradecerte-explicó entredientes Hidé, mientras se colocaba frente a ella y alzaba el rostro, impresionando por su tamaño y fuerza más de lo que usualmente hacía. El rostro de incredulidad de ella no tenía precio.
-Sí, Nina, Ahora nos has dado un motivo más para mudarnos juntos. Ten por seguro que tendrás tu invitación especial a nuestra boda-arrastró las sílabas con agresividad. Los ojos de ambas se pusieron como platos y los de Madeleine también.
-Así que gracias por tu cooperación. Sin ti nada de esto sería posible. Sólo...ten cuidado, que tal vez me pueda sobrepasar al regresarte tu amabilidad. Sólo eso, cuidado. Nada más Nina, Aveces...no controlo mi generosidad-amenazó él mientras se despedía con un gesto y caminaba hacia mí jalándome hacia la puerta.

Madeli
Reprimí una sonrisa al ver como Nina temblaba. Pero temí por una de las cosas que había dicho Hidé, estaba claro que solo era una mentira. Pero aún así sentí un vacío al saber solo estaba amenazando.
Tan sumida me encontraba en mis pensamientos que no sé como acabé dentro del Audi. Hidé comenzó a reirse, como los malos de las películas.
-No volverá a dormir-profetizó entre risas. - Creo que realmente pensó que la mataría en ese momento, pero que tonta-se detuvo cuando observó mi seria expresión.

miércoles, 18 de noviembre de 2009


Seré una rockstar y dejaré la escuela YA!


Sinceramente no sé que escribí, utilicé mis personajes de Japón. Elizabeth, la estudiante extranjera que estudia en Japón. Brooke y Alina sus amigas. Teru, su mejor amigo, que está enamorado de ella. Y su hermano mayor Hidé que es un asesino a sueldo. Ambos con poderes parecidos a los de los ninjas (no pregunten de cual me fumé)





La plácida almohada cubría mi rostro, mientras abrazaba otra almohada con fuerza. Estaba tan cansada, después de llegar ayer tan tarde. No sabía que hora era, pero tenía planeado dormir mucho más. Comencé a escuchar ruidos abajo, pero no me molesté. Debía de ser una visita de mis compañeros, hasta que lo escuché a él. Casi me levanté de la cama de un brinco, pero me dio vergüenza salir como estaba en esos momentos: con una playera sin mangas color azul y un pequeño short negro. Mi cabello se esparcía despeinado por todos lados y mis ojos tenían lagañas y grandes ojeras por detrás. La puerta se abrió y solté un bajo chillido, esperando que fuera él. Pero no, ahí estaba Brooke con una sonrisa divertida. Alcancé a escuchar la risa de él proveniente del primer piso.
-Lizy-pronunció cantando-Adivina quien está abajo-susurró, al mismo tiempo que sonreía tanto que no podía creer que esa sonrisa cupiera en su rostro tan pequeño. -¡Hidé! Hidé te está esperando, corre, corre Lizy-susurró mientras enfatizaba cada palabra. No sé exactamente que expresión puse, pero creo que fue de lo más divertida.
-Brooke-dije a tono de súplica mientras me miraba en el espejo. Ella rió y me tomó por los hombros y me sentó en el tocador.
-Tranquila, ya verás en quince minutos, quedarás como una reina-confortó mientras corría a la puerta-Despertaré a Alina para que lo entretenga-avisó mientras salía de mi habitación.
Unos veinte minutos después, quedé lista. Bueno...presentable. Recojí mi cabello en una coleta, dejando dos mechones de cada lado. Y unté rimel en las pestañas. Me coloqué unos vaqueros y una playera negra strappless. Brooke estaba sentada en la cama orgullosa de su creación expresS. Alina seguía hablando abajo con Hidé.
-Perfecta Lizy, baja ya. Llega tarde querida-aconsejó de nuevo con esa enorme sonrisa. Asentí y salí de mi habitación, abajo estaba Hidé sentado en el sillón, se paró de inmediato al verme y Alina también.
-Lizy-saludó ella. Mientras se despidió de un gesto de Hidé y subió las escaleras.
-Tardaste demasiado-regañó sonriendo. Estaba exquisitamente vestido, una camiseta cafe y un pantalón beige. -No importa, vamos-ordenó tomando mi muñeca y jalándome hacia la puerta.
-¿Eh?-balbuceé yo. - ¿A dónde vamos?-cuestioné mientras salía hacia el porche de la residencia estudiantil. No me soltó hasta que llegamos a la puerta de su automovíl, un audi A6 ultimo modelo, negro, con vidrios polarizados.
-A mi casa-contestó mientras me metía en el coche. Se dio la vuelta rápidamente y encendió el coche. No tardó en meter reversa y salir de la universidad.
Un cúmulo de preguntas se formaron en mi mente, ¿Qué íbamos a su casa ¿Acaso se le había safado un tornillo? Seguramente, sí, y el único que sostenía su cerebro en su lugar. Ayer me mató unas cuatro veces y ahora llega y dice que vamos a su casa. Estaba loco.
-Deja de pensar estúpideces-ordenó mientras apretaba el acelerador mientras pasabamos por la carretera. -No ha cambiado nada entre tú y yo, te sigo odiando, alivíate-dijo entre risas.
-¿Entonces por qué...?-murmuré en voz baja. No quería que lo escuchara, pero como siempre lo escuchó y afiló aún más su sonrisa. Aquella mueca malvada llena de regocijo que esbozaba al ver el sufrimiento de los demás.
-Por que me da la gana-ladró, pisando el acelerador a fondo. Me sorprendí el ver que el tacómetro marcaba los cientocincuenta kilómetros por hora.
-¿Qué?-dijo entre dientes al ver que lo observaba. Desvié de inmediato la mirada y recargé mi rostro la cabecera mirando el paisaje. Lo odiaba, era tan arrogante, grosero, prepotente. Tan diferente a su hermano...
-Te estoy hablando-avisó mientras me miraba completamente quitando los ojos del camino.
-¡Pon la vista en el camino!-exigí al ver que no dejaba de apretar el acelerador y nos encontrabamos en un camino de solo dos carriles y dos sentidos.
-¿Te da miedo?-interrogó con una sonrisa triunfal y llena de orgullo. Pisó el acelerador con más fuerza y ahora nada más dejó una mano en el volante y con la otra tomó mi cabello y lo deslizó por sus manos.
-¡Hidé!-chillé al ver que nos acercabamos demasiado hacia el coche de adelante que iba a mucha menos velocidad que nosotros. Se rió sonoramente mientras sin dejar de mirarme, cambió de velocidad y el coche salió disparado. Se metió en el otro carril por sentido contrario, frente a nosotros venía otro coche que comenzó a tocar el claxón, pero Hidé solo aceleró y después que pasó al automovíl que venía desde un principio delante de nosotros se cambió al carril que le correspondía. Todo eso sin quitar su mirada de mí.
-¡Bajáme!-demandé gritando por la adrenalina. Había estado apunto de morir, y todo por la culpa de un asqueroso presumido, que quería demostrar sus habilidades al volante. Este era el tipo de hombres del que me debía de alejar.
-Oh vamos, no te enojes. ¿Tuviste alguna visión? No, porque nunca estuviste en peligro de morir, sencillo-explicó mientras daba un volantazo hacia la izquierda internandose en una calle que estaba paralela a la carretera.
No dije nada y me dediqué a observar a mi alrededor. Entramos en la entrada de algun fraccionamiento, pasamos por la entrada de residentes. Era como las casetas en las carreteras, simplemente pasó el carró y se abrió la compuerta. Debía de tener un rastreador o alguna cosa tecnológica de esas. Los policías le saludaron con respeto. Era un apasible vecindario, las casas eran enormes, eso sí. Como era Sábado por la tarde, los niños jugaban en sus járdines. Dobló en una pequeña calle y se detuvo frente a una casa modernista. No sobresalía del resto, era blanca, con vidrios verdes e incrustaciones de piedra. Tenía un pequeño járdin al principio con un espejo de agua. Al lado el garage. Lo estacionó y me abrío la puerta. Después caminó hacia la casa.
Entramos y parecía una casa totalmente normal. El recibidor de colores blancos y negros. Todo bastante occidentalizado. Entró y tomó unas llaves de una caja y volvió a salir, lo seguí.
-¿Qué haces?-pregunté. Sí, prometí no hablarle más, pero la curiosidad me mató. Aparte no podía resistir mucho tiempo sin escuchar su voz, lo acepto.
-Nada más vine a cambiar de coche-avisó, mientras se paraba junto al garage. Me adelanté un poco más y quise ver dentro del garage, pero me detuvo con una mano y meneó la cabeza.
Apretó un botón y en eso, el suelo donde había dejado el Audi comenzó a moverse. Se formó como una plataforme que era impulsada hacia arriba por unos gatos hidraulicos. Después de unos minutos se alcanzó a ver otro coche debajo del mismo, un Mercedes SR Mclaren rojo y con los vidrios polarizados también.
No pude mantener la boca cerrada, eso sobrepasaba por mucho mi imaginación. Primero: un garaje vertical. Segundo: Un SR Mclaren.
Sonrió y apretó de nuevo el botón. Subió aún más la plataforma y por fin vi nuestro destino: Un Bugatti Veyron, negro y hermoso. Abrió la puerta del copiloto y se dirigió a sentarse en la del conductor. (Ah~ como amo a los chicos con dinero)




Me quedé pasmada. ¿Desde cuando Hidé tenía tanto dinero?
-Sube-ordenó con su fuerte voz. Yo como la chica obediente que era, no dudé y subí. Me reconforté en los asientos de piel.
Sacó el coche y de nuevo apretó el botón. Alcancé a ver como la plataforma volvía a bajar mágicamente.
Salímos del fraccionamiento en silencio.
-¿Teru sabes que estás aquí?cuestionó mientras seguía manejando hacia Tokio. Carraspeó un poco, por la incomodidad de la pregunta y después se concentró en manejar. Esperando mi respuesta.
-No-dije en tono acusador.-No me has dado tiempo de decirle-reproché. Él volvió a reir.
-Estás de buen humor, eh-comenté, contemplé las hermosas montañas que rodeaban las pequeñas carreteras.
-¿Ah sí?
-Sí, estás riendo mucho-afirmé haciendo dibujos con mi pulgar en el asiento del coche.
-Ah, es que hace tiempo que no hablaba con alguien así-observó, mientras daba me daba una rápida mirada.
-¿Así?-curoseé.
-Generalmente, no hablo mucho con las personas, y cuando lo hago, trato de aparentar ser alguien...tu sabes, normal-explicó pisando de nuevo el acelerador a límites desconocidos.
Eso, era lo que me revolvía el estomago. El saber que Hidé estaba solo, completamente solo. Su familia, de cierto modo lo abandonó. No tenía amigos, más que sus...compañeros. Sentí un escalofrío al recordar que estaba en el coche con un asesino a sueldo.
-¿Dije algo que te molestó?-preguntó a modo de disculpa.
-No, para nada-negé, los árboles pasaban tan rápido que parecía que de un momento a otro entraríamos en otra dimensión. Dejé de pensar en la exhorbitante velocidad a la que íbamos, parecía que era buen conductor. Así que dejé mi vida en sus manos.
-Te llevaré a comer, te gustará-anunció algo cohibido sin quitar la vista al parabrisas.
-¿Por qué haces esto?-cuestioné cansada de pensar en las mil formas de preguntarle eso indirectamente.
-Quería pedir perdón por lo de ayer, no debí de comportarme de esa manera, entiende. Teru rompió el convenio al decirte lo que somos. Por eso reaccione así-explicó con su voz aterciopelada. Sinceramente, nadie podía resistirse a esa mirada de perro recién atropellado.
De repente sonó el vibrador de mi célular, suspiré aliviada de no tener que contestar a su disculpa. Sin ver el número lo coloqué en mi oreja y contesté, pero en un momento Hidé me lo arrebató y contestó él. Me espanté al pensar que podría ser mi padre.
-Teru-gruñó mientras apretaba las manos en el volante.
-Ah, hermanito. No te preocupes ella está bien. Simplemente la saqué a dar un pequeño paseo...tu sabes solo ella y yo. Tenía que disculparme por mis malas acciones, tal y como me lo aconsejaste-Me sobresalté al escuchar sus palabras, no alcancé a escuchar que era lo que Teru decía pero me lo imaginaba. Pensé en arrebatarle el celular, pero perdería de todas maneras. Así que me dediqué a taladrearlo con la mirada.
-Hey, no le hables así a tu hermano mayor. Nos vemos luego, si es que nos encuentras-amenazó mientras colgó y me aventó el teléfono.
-¿Qué estás haciendo?-grité. No podía creer que estuviera haciendo todo ese lío, ¿Acaso todo era para hacer enojar a Teru? Me sentí como una herramienta.
-Simplemente, hago las cosas más emocionantes. Tal vez nos encuentren e inicien una persecución por la damisela en peligro.
El celular volvió a sonar y me aseguré de contestar yo. Esperando que fuera Teru para explicar todo, pero no, era Brooke.
-Gracias a dios, Brooke-grité yo. Tratando de que Hidé se diera cuenta. Y claro que lo hizo y esbozó una de esas sonrisas que yo tanto odiaba. Entonces orilló el coche y lo paró por completo, pensé que por fin había razonado y decidió dejar que hablara.
-Lizy, ¿Qué está pasando? Teru entró aquí preguntando por ti...me pidió que te llamara, para ver si contestabas el teléfono-explicó algo nerviosa.
-¿Teru sigue ahí?-cuestioné.
-Sí-respondió Brooke aún confundida.
-¿Cariño quien es?-preguntó Hidé con una voz sensual. Que hizo que me sonrojara, sin ponerme a pensar que era lo que estaba tramando. De repente, acortó la distancia entre ambos y tomó mi mano y la besó. Comenzando a subir por mi codo.
-¡Hidé detente!-exigí en un tono mucho más agudo y entrecortado de lo que me hubiera gustado.
Brooke carraspeó al escuchar los sonidos.
Llegó a mi cuello colocó su nariz en contra de mis clavículas, fue entonces cuando me arrebató el teléfono.
-Estamos algo ocupados...llama dentro de unas seis horas, Brooke-avisó ronroneando. y volvió a colgar. Después se puso serio y me miró acorralada debajo de él en el asiento.
-Te pusiste nerviosa-acusó complaciente. Yo aún seguía en shock. Su rostro se posó debajo del mió y olió mi piel mientras su mano pasó por mis hombros.
-Estás encima de mí-chillé él sonrió y pasó su mano por mi cintura.
-Y pronto dentro de ti-gruñó.
Fue ahí cuando abrí la puertezuela de un jalón y caí a la acera.





jueves, 12 de noviembre de 2009



Who's the hottie?




Me siento como la misma mierda, estoy reprobando inglés, eso es terible. Es de las pocas materias en las que me jacto de ser buena. Así que mierda, mierda y mierda.








Me duele la garganta y soborno a Vlad a que venga a mi casa, porque no estarán mis padres, pero dice que no tiene ganas. Mierda, Vlad no seas así. Mañana tal vez no vaya a la escuela, me duele la garganta y siento que me estoy muriendo. Así que Vlad aprovecha a Mad mientras está viva.





Si repruebo inglés, creo que estaré en una maldita depresión por el resto de mi vida.


Me siento tan down, hahaha. Escuchando Bitter taste. Su voz es la más hermosa del planeta.


Así es señores, después de decepciones de amores alcanzables, regresamos a los platónicos.



AS YOU'RE WORLD DISASSEMBLES BETTER KEEP YOU'RE HEAD UP

lunes, 9 de noviembre de 2009




Haber hoy actualizo, porque tengo flojera (¿?)








Fue un fin de semana de locos, es decir el sábado fue la boda de una de mis mejores amigas e íbamos Eli y yo (en el auto de Eli) Portando nuestros vestidos largos azules (los escogió la novia) tacones plateados y collares. Cuando ¡pum! caímos en un hoyo de la carretera (¿Baches en méxico? NOOOO) y se ponchó la llanta, así que nos bajamos a ver que onda y ninguna de las dos tenía la menor idea de cómo cambiar una llanta. Así que le llamamos a Daniel y a Diego. Y nos dijeron que venían para acá. Después de media hora (Aún no acababan de arreglarse y también iíban a ir a la boda así que teníamos que esperar) Y cambiaron la llanta. hahaha me rescató mi principe azul (Azul porque me gusta el azul no otra cosa, si me gustara el rojo sería mi principe rojo, pero no es azul) Y pum llegamos un poco tarde pero llegamos, después de unos midoris se me movía el mundo (XD) y Daniel aprovechando mi condicion de ebría...












Después el domingo me salí a correr por la mañana con mi desgraciado y desheredado perro, y me sentí super mal. El piso se movía, sentía que me aplastaban el craneo, los oídos me sumbaban, etc. Me quedé sentada en la banqueta como media hora. Y creo que fue porque no tomo casi azúcar y de hecho casi no como. Así que bye ejercicio no consumo suficiente calorías como para salir a correr.






Ah y el resto del día estuve viendo coches. Quiero un mitsubishi, ¿Quién me apoya? es decir mi mini cooper me odia y yo a él.






Por cierto, el CD de 3DG es el mejor disco del mundo (¡VIVA ADAM!)


Si lo veo en la calle, juro que le propongo matrimonio o algo más... (ñaca ñaca X///D)


Ciao!

jueves, 5 de noviembre de 2009

Tengo frío.... muchisímo frío....

Me bañé con agua fría en un día que está a unos cinco o seis grados. Me estoy muriendo. En fin, realmente no importa mucho...

Estaba viendo el nuevo programa, diario de un vampiro. Dios, a las personas que se quejan de crepúsculo, deberían de verlo. Es decir Meyer, pudo haber hecho una historia tan llena de clichés como esta. Así que deberían de conformarse.

Sí no pregunten como regresé a mi etapa de aceptación de crepúsculo.


Em... creo que lo que más me enoja es que me robaron mi preciosa idea de mi historia. Crepúsculo wanna be XD


Estaba mejor, algún día la seguiré si me compran el word que caducó.


Cada vez me harto más de mis amigos... que se jodan y les den :D

martes, 3 de noviembre de 2009


Como dije anteriormente - "Su nuevo disco es un orgasmo musical" - que manera joder, de regresar.
Que evolución, de "One X" a "Life star now" es un mundo. Nunca pensé que fueran a sacar otro disco, y me sorprendieron. Chicos son la onda. La portada...sinceramente no sé que quiere decir pero te transmite algo... que no sabes que es (¿?)
Tengo que tener ese maldito disco en mis manos. Haber que mis favoritas son "Break" (Infalible, señores) y "Goin' down" (Master)
Me encanta, es genial, me emociona. Creo que la música, la letra, la voz todo ha evolucionado, haciendo una transformación increíble. Es decir, ya extrañabamos la hermosa voz de Adam.
Aunque me tengo que quejar del nuevo aspecto de Neil ¿Qué le pasó? T_____T!!!
Se ven todos mayores, pero eso hace que Adam sea aún más irrestible (¿Se podía? Sí cero que sí)
Bueno como siempre colgando de una cuerda, esperando que esta vez SÍ incluyan a México en su gira.... si no, saldrá en los periodicos que una adolescente loca se suicidó. hahahaha
Ciao!