Traté de hacer que esa persona me conociera a mí. Y describirme tal y como soy. Dejando de lado todas las apariencias que cargo a mi alrededor. Así como conocerme a mí misma. Porque muchos sabrán que después de pretender ser alguien que no eres por mucho tiempo, llegas a olvidar quien realmente eres. Y lo había perdido, olvidé quien soy yo. Afortunadamente esa "Persona muy especial" me recordó quién soy yo:
Los "..." son nombres omitidos porque sí.
H
Hola "..."
Te preguntarás que es lo que me distingue de todas las demás personas que giran a tu alrededor. Pero para ser sincera nunca lo había pensado. Nunca me pregunté cual era mi marca personal ni algo que me hacía ser yo. Aunque podré tratar de figurarlo hoy, dicen que nunca es tarde para nada. Así que espero que no sea tarde para saber quién soy yo.
Soy una chica, porque tengo dieciséis. Soy algo inmadura pero creo que más madura que los de mi edad. Crecí entre adultos, así que crecí hablando de política y coches. Y sí me gustan mucho los coches, aunque para manejar soy una roca o peor aún.
Mi color favorito es el azul, aunque es una de esas cosas en las que no puedas explicar exactamente por qué. Y no es por que sea el color del cielo, tampoco me recuerda al mar. Ó alguna de esas explicaciones románticas. Simplemente es mí color.
Me suelen decir que me tomo la vida muy en serio. Pero realmente no lo creo. Si la vida es la única prueba de que existimos, ¿Cómo podría tomársele a la ligera? Sí, tengo cierto complejo de filósofa, tal vez mis reflexiones es lo único que me mantiene cuerda o al menos fuera del psiquiatra.
Una cosa muy importante para mí es la naturaleza. Soy ecologista pero algo pasiva. No voy a marchas ni nada. Soy de las personas que piensan que si cambiamos nuestro modo de vida se puede solucionar la crisis ambiental. Me encantan los bosques, aunque soy alérgica a casi toda la maleza y los insectos. También la razón de mi vida es mi perro. Que adopté de un refugio hace un año y medio, aunque tenemos nuestros altos y bajos (más bajos míos que suyos) creo que somos muy unidos.
Disfruto mucho de una buena lectura. Aunque uno de mis defectos es acabar los libros demasiado pronto y olvidar rápidamente lo que leí. Así que me verás leer el mismo libro tres veces. También escribo, aunque es más una manera de expresarme y sacar lo que tengo dentro. Los personajes que creo, representan facetas de mí misma. Y depende del humor en que esté, escribo el personaje que más represente ese humor. Así que a veces quedan personajes olvidados por mucho tiempo…
También soy una fanática de la ortografía y la elocuencia. Sonará raro pero cuando una persona escribe con muchos errores ortográficos suelo prestar más atención a éstos que a lo que la persona escribió en sí. Aunque nunca me verás corrigiendo a los demás puesto que tomo muy en serio la frase – “El sabio es exigente consigo mismo, pero amable con los demás” - Tampoco me gusta criticar las cosas, puesto que a pesar de que no soy religiosa también creo que quien esté libre de errores es el único que puede criticar los errores de los demás. Me molesta hablar mal de las personas y que lo hagan frente a mí. Y tampoco soy racista, puesto que creo que a todos nos han discriminado por algo y se siente horrible, así que no hago lo que no me gustaría que me hicieran mí.
Estoy en segundo de preparatoria y tengo una beca del 15 por ciento. Espero este cuatrimestre llevarme la beca de excelencia del 90 por ciento. Puesto que estoy por sacar algo como 9.5 o más. Me gusta mucho estudiar y voy a la escuela para aprender, no para sacar buenas notas o pasar las materias. Pienso que lo que te enseñan es cultura general y es algo que le falta a la mayoría de las personas. Pero no pienses que soy la alumna preferida del profesor, ni la que le lleva regalos, tampoco borro el pizarrón, ni respondo a las preguntas que hace. Me gusta mantener un perfil bajo, y ese es uno de mis más grandes problemas. Mas no puedo evitarlo.
Me gusta cantar mas no bailar. No me gusta sonreír porque llevo frenos, que espero que me los quiten muy pronto. Me agrada vestirme a la moda y soy estricta a la hora de combinar colores. Suelo ir de acuerdo a la temporada, pero no me muero por ponerme flores en invierno. No suelo usar tacones, porque siento que quedo demasiada alta y mis amigas son pequeñas, sólo los uso cuando salgo únicamente con mis amigos.
No tengo una comida favorita, me gustan mucho los ravioles con salsa pesto, el sushi de plátano y filadelfia con chocolate derretido de salsa, el arroz chino y las hamburguesas. He tratado de hacerme vegetariana un sin número de veces, pero las hamburguesas me recuerdan a un viaje que hice a las vegas y no puedo dejarlas. Además de que a mi papá le encanta la carne. Y no hace falta decir que odia las verduras. De beber me gusta el té verde sin azúcar y el midori con piña, pero casi no lo tomo, puesto que se supone que no debo de tomar.
La gente piensa que soy fría y sin corazón. Pero tengo que decir que se equivocan. Soy romántica en exceso y demasiado sensible, lloro todo el tiempo, sólo que la gente no se da cuenta de eso. Tengo miedo de demostrar la chica frágil y temerosa que realmente soy. Así que finjo ser indiferente a la mayoría de las cosas.
Pero si me llegas a conocer realmente bien, puedo decirte que encontrarás a la persona más sensible, caritativa y soñadora que pueda haber. Te puedo decir que pocas personas conocen esa faceta de mí. Porque me da miedo, que se aprovechen y me lastimen.
Y sé que colocar una barrera para toda la gente, no me salvará de ser herida. Pero al menos, ellos no saben que me lastiman. Aunque también lamentablemente no saben lo mucho que significan para mí. No me gusta expresar mi cariño en público y algunas veces tampoco en privado. Pero eso no hace en ningún momento que quiera a las personas menos.
Me gusta hacer acciones buenas que parezcan malas, y odio cuando me atrapan haciendo algo bueno. Pero generalmente todo lo que hago es bueno. Así que te imaginarás que me frustro demasiado seguido.
También tengo la extraña manía de hablar conmigo misma. Tranquilo, que no lo hago en voz alta. Sino simplemente me pregunto y me contesto yo sola, aunque siempre llego a la misma conclusión. Es como una "..." más que vive dentro de mí y le gusta imaginar conmigo. Me recuerda cosas agradables cuando quiero llorar y me reprocha por las estupideces que cometo. Creo que sin ella me sentiría sola e incomprendida. A veces es bueno saber que alguien te entiende, aunque seas tú misma.
Mi vida está construida en sueños. Soy una escritora que inventa, narra y expresa. Y espera que algún día todo se vuelva realidad. Tengo esos sueños pertenecientes a niños soñadores:
Me gustaría salvar al mundo, detener la guerra, acabar con el hambre, recuperar los bosques, limpiar los ríos, salvar las especies en extinción, descontaminar los mares, darle un hogar a todos los animales que vagan por nuestras calles, proveer de empleo y habitación a toda la gente de escasos recursos, me gustaría poder ser súper "...".
No pierdo las esperanzas, porque son lo último que muere. Creo en que los sueños se pueden hacer realidad y me encantaría que fuera verdad, solo por una vez.
Te contaré, algo que yo no le había dicho a nadie. Y es que hay cosas que uno sabe que lo han hecho como es. Que te han ayudado a encontrar tu camino y hoy escribiré aquellas experiencias que me hicieron lo que soy hoy y lo que espero ser mañana.
Mi primer perro era un labrador. Hermoso, lo quería muchísimo. Pero un día se salió de la casa, lo robaron, qué sé yo. Y nunca más regresó. Y es cierto me di cuenta de lo que tenía hasta que lo encontré perdido. Porque ya no tenía ese amigo al que le confías tus más íntimos secretos, ni el que abrazas cuando estás triste, ni el que te defiende cuando alguien alza la mano en contra de ti. Yo lo perdí, lo dejé ir tal vez.
Entonces traté de enmendar mis errores y adopté un perro adulto de un refugio. Esperando que alguien hubiera acogido a mi labrador de la misma manera. Y no sé como sucedió. Pero encontré al mejor ser vivo que exista en todo el planeta.
Porque fue un perro maltratado y finalmente atropellado. Y ahora que vive conmigo es el animal más agradecido de este planeta. Es el único ser vivo y no vivo con el que no me puedo enojar. Y cada día me hace quererlo un poco más.
Y creo que no hay mejor ejemplo de que todos merecemos una segunda oportunidad que esto. Por eso quisiera darle una oportunidad a todos los animales que ni siguiera la han tenido. No dudaré al decir que son la alma más bondadosa de todo este planeta. Y debemos de aprender de ellos.
La segunda situación. Fue hace unos cuatro años. Mis padres me llevaron a un pueblo a las afueras de la ciudad. Era pequeño y precario, como la mayoría de ellos. Generalmente estos pueblitos giran alrededor de una Iglesia, que se encuentra siempre en el centro. Y la visitamos, era hermosa. Aunque eso no fue lo que me impresionó.
Sino, cuando salimos de ella, estaba una anciana pidiendo limosna. Era ciega, vestía un traje indígena y tendría unos setenta años. No sabes lo que sentí. Se me sigue haciendo un agujero en el corazón cuando pienso en ello. No puedo detener mis lágrimas. Y se me hace un nudo en la garganta.
No puedo explicar con exactitud que es lo que siento. Ni nada de eso. Solo recuerdo que comencé a llorar. No sé que fue lo que pasó por mi cabeza. Ni hoy lo comprendo. Pero me pregunto ¿Por qué?
¿Porqué puede existir tanta desigualdad ¿Porqué no podemos ser todos iguales ¿Porqué hay gente que tiene que sufrir tanto ¿Porqué yo estoy aquí y ella allá?
¿Qué fue lo que ella hizo? Algunas veces me lamenté por no tener la última computadora, siendo que tenía una bastante aceptable, me lamenté por no viajar a Europa, cuando conocí más países de los que puedo contar con ambas manos, me lamenté por comer algún platillo que no me gustaba, y mil cosas más…
Y entonces me doy cuenta, que ella sería feliz con un pequeño porcentaje de lo que yo tengo. Y en cambio yo, soy infeliz con ese pequeño porcentaje que a mi criterio me falta. Es algo que me enseñó a ser siempre humilde. Y cada vez que lo recuerdo me doy cuenta de lo afortunada que soy y de que debo de valorar esta oportunidad que tengo. Espero ayudar a las demás personas a darse cuenta de esos pequeños detalles que pasamos por alto todos los días. Y finalmente compartir esa felicidad cotidiana que todos tenemos. Porque la felicidad sólo sucede, cuando todos la comparten.
Y te puedo seguir mencionando mil situaciones. Pero me quedaría con esas dos. Aunque claro, todo se lo debo a la gente que me formó, educó y enseñó. Porque sin ellos, podría haber pasado por alto todo. Sin los valores que ellos me inculcaron, podría ser indiferente a todo lo que sucede a mí alrededor. Pero no. Soy quien soy y es gracias a ellos.
Todo llega a un fin. Y este es el fin de aquel papel que se escribió esperando conocerse a sí mismo. No sé si te ayudó a figurarte que tipo de persona soy yo. Si piensas que tal vez nos llevaríamos bien, o sinceramente somos incompatibles. Si soy agradable o no lo soy. Si valgo la pena o quizá no.
Pero ahora que reflexiono y lo leo. Yo creo que valgo la pena y que el mundo necesita más gente que se atreva a soñar, que enfrente sus miedos, que no tenga miedo de decir lo que piensa y que no importa si al final no logra cambiar al mundo, el chiste es que lo intente. Que deje de lado el miedo al fracaso y la humillación. Porque no creo que el mundo sea un lugar perdido.
Creo que si no tenemos metas, nosotros somos los casos perdidos. Porque hay que gritar y decir lo que uno siente.
Siempre te arrepientes de lo que no hiciste, mas no de lo que hiciste. Así que hoy escribo esto, para no arrepentirme mañana de que no la escribí hoy.
Si te pareció estúpido o fuera de lugar. No te pediré perdón.
Lo único que lamento es que no hayas tenido el lugar en tu corazón para entenderme.
Sinceramente "..."
