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A few words about myself: Beautiful, intelligent, elegant, hilarious, sexy,  simpatic, creative, graceful, absolutely gorgeous, oh and...very modest.

100

Mi entrada número 100. 

Creo que debería de ser algo importante, tal vez un recuento de todo lo que me ha sucedido, lo que he aprendido, lo que ha cambiado en mí, lo que la vida me ha enseñado a través de estas 100 entradas.

100 entradas no es cualquier cosa, al menos no para mí, por que puedo ver mi evolución a través de estas páginas, cómo he llorado, he reído, me he enamorado, he lamentado,  tal vez para ustedes sólo soy una adolescente loca, pero yo me reconozco, y a veces me enorgullezco, a veces me apeno, pero soy yo, con mis aciertos y mis errores, siempre seré yo.

¿Qué les puedo decir?  Hoy quería hablar una vez más de él, sí, de él, ese hombre que entró a mí vida de una manera que nunca nadie había hecho, por que tiene ese "noséqué" que yo estaba buscando, aún ahora que sé que lo he encontrado no puedo definir qué es. No lo sé, es como un imán, algo que estaba destinado a ser, que no entiendo, que no comprendo, pero lo siento, lo siento en cada centímetro de mi piel, en mis entrañas, en mi corazón...y me duele, me desespera y me tortura.

Por que el amor es bonito, ese sentimiento de flotar, de tener mariposas en el estómago, de soñar despierta, eso me gusta. Pero el momento de la decepción, del miedo, de la impotencia, los celos, el darse cuenta que no importa lo que yo sienta;  no importa que me preocupe por él, que sueñe con encontrarme en sus brazos, que deseé que él sea el primero en muchas cosas, que quiera escucharlo pronunciar mi nombre, que quiera estar con él sobre todas las cosas...nada de eso tiene importancia, por que no hay nada que yo pueda hacer para cambiar sus sentimientos e intereses.  

No importa cuántos quebraderos de cabeza me dé, no importa cuánto deseé una oportunidad, cuánto deseé demostrarle que yo quiero, y puedo ser esa chica que busca. No puedo hacer nada al respecto, aceptemoslo, sólo me queda morderme los labios, contener las lágrimas, prometerme una vez más que no volveré a llorar con él y rezar, esperar que algún día él pueda darse cuenta que existo, y existo por él.

Podría decir que esta entrada número 100 es para él, pero sinceramente y muy a mi pesar, creo que no vale la pena, creo que eventualmente me daré cuenta que si no pensó que yo podría ser esa chica era por que simplemente no era para mí, y espero, con todo mi corazón deseo que llegue ese día en el que encuentre lo que verdaderamente es para mí.  

Esta entrada 100, es para mí, para mí, la chica que está sentada en la cama llorando mientras escribe estas palabras, la chica que tiene el corazón desgarrado pero aún espera y desea con todas sus fuerzas seguir creyendo en el amor, tener esperanza de que si no es él será otro y sólo me queda esperar y disfrutar y valorar lo que tengo al máximo.


Espero, que como la mayoría de las cosas que escribí hace años, meses y semanas, llegue el momento en que sonría al recordar este momento, que si bien, de épico tiene poco o nada, pero bueno, es importante para mí.  

Hace tiempo comencé esto, no recuerdo con qué propósito, posiblemente quería desahogarme, como siempre, de mis mundanas cotidianidades, sentimientos mezclados y nudos en la garganta que odiaba tener que guardarme sólo para mí,  tal vez yo he evolucionado, pero el propósito sigue siendo el mismo: Sentirme menos sola, más comprendida.

Tal vez nadie lo lea, tal vez a nadie le interesa, tal vez, tal vez, tal vez ¡Tal vez lo que sea, a mí me gusta creer y eso nadie me lo arrebatará!

Muchos piensan que al enamorarme he caído y todos esperan lo peor: Que inevitablemente me estrellaré en el pavimento.  Sí, es probable que tengan razón en lo último.

Pero ¿Saben qué?  No fue una caída, fue un salto. Fue ese paso que muchos de ustedes no se atreven a dar, fue ese miedo que decidí superar, fue ese “sí” que espero ganarme.  

Sé que cada vez que saltamos, aunque estemos por uno segundos suspendidos en el aire, volveremos al suelo, pero no tengo miedo; porque al menos por ese pequeño instante en el que mis pies no toquen el suelo podré sentir que vuelo. 

¿Quieres conocer a la persona más estúpida de todo el planeta?

Buenas tardes, me llamo Mariana y me he clavado en dos semanas.  Sí, clavado; enamorado, buscado, rogado, desesperado, llorado, enojado....Aún así, entre los puños apretados, las lágrimas, y las maldiciones, dentro de mis entrañas sigues haciéndome sentir mariposas. 

Todos los caminos llevan a...Vladivostok, digo a Roma.