Es lo único que puedo llamar mío, y lo comparto con ustedes.

viernes, 6 de julio de 2012


Muchos piensan que al enamorarme he caído y todos esperan lo peor: Que inevitablemente me estrellaré en el pavimento.  Sí, es probable que tengan razón en lo último.

Pero ¿Saben qué?  No fue una caída, fue un salto. Fue ese paso que muchos de ustedes no se atreven a dar, fue ese miedo que decidí superar, fue ese “sí” que espero ganarme.  

Sé que cada vez que saltamos, aunque estemos por uno segundos suspendidos en el aire, volveremos al suelo, pero no tengo miedo; porque al menos por ese pequeño instante en el que mis pies no toquen el suelo podré sentir que vuelo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario