De Príncipes Azules y Medias Naranjas

Buenos días, noches o madrugadas, queridos lectores.

Nos encontramos hoy aquí reunidos a la una de la mañana para hablar acerca de un asunto que rondaba mi cabeza mientras trataba de dormir.

¿Acaso encontraremos a ese hombre que nos haga pensar que no existe nada más ¿Que por fin entenderás a los protagonistas que mueren por amor ¿Que te haga estremecer de sólo pensar en él ¿Que sea el dueño de tus sueños ¿Que no quieras estar con nadie más?

Esa es mi pregunta. Sé que probablemente mi cabeza esté llena de cuentos de hadas y miel sobre hojuelas. Pero no puedo evitar reflexionar sobre eso.

Por que veo a mi alrededor y no veo a nadie que pueda ser ese hombre, caballeroso, masculino, protector, inteligente, carismático, bromista, educado, refinado, detallista, culto y apuesto que me robe el aliento. Quitando claro a los dos grupos de hombres que viven en mi corazón:

• Los inalcanzables: Zachary Quinto, Keenu Reeves , Adam Gontier, Milo Ventimigla, Matthew Gray Gubler, Collin Farell y Steve Strait.


• Los inxistentes: Okumuchi No Kami Genji, Caleb Danvers, Hidé y Alec Volturi.

Y los demás pues nada. Osea siempre tienen un 'pero', y generalmente ese 'pero' es muy grande como para no ser tomado en cuenta.

Entonces me pregunto ¿Me pasaré toda una vida esperando a mi príncipe azul que nunca llegará? es que no lo sé. ¿Mis expectativas son demasiado altas? o simplemente ya no hacen los hombres como los hacían antes.

Me siento confundida, y tonta.

Por que los hombres de mi 'altura' me buscan y yo huyo por suspirar por 'Los inexistentes y los inalcanzables'. La razón es que sé que los lastimaré, porque estoy enamorada de mi hombre ideal, no de ellos. Sé que debería de darme el tiempo para conocerlos, pero no me siento en forma de.

Aveces pienso que me quedaré sola con veinte perros (Gatos no porque me dan alergia) y con mis novelas del "Puente de Otoño y El Honor del Samuraí" que habré leído unas cien veces. (Llevo 4 y 3 leídas) y soñado con mi samuraí.

Haber que hoy, mientras fingía dormir. Suspiraba y tenía esa sonrisa de "Niña Boba" como dice mi mejor amigo. Pensando en lo perfecto que es y lo feliz que yo sería a su lado. Y por la tarde reía todo el tiempo y lo hacía sola, me sonrojaba de pensar en él, estaba feliz, nada me importaba.

No me importó que todos los hombres me miraran como si nunca hubieran visto a una mujer en vestido, no importó el naco de mi compañero, no me importó lo irresponsable de mis amigas, ni lo cerrado de mi maestra de literatura. Yo era feliz, yo estaba enamorada (de uno inexistente).

Y hoy sigo enamorada, estoy enamorada. Pero hoy pienso ¿Qué tal Mariana que toda la vida te quedas así ¿Qué tal que la boda que planeaste durante años con tus amigas nunca sucedió ¿Qué tal si ese momento especial que estás esperando nunca llegó ¿Qué tal si ese hombre que te haga sentir viva no existe?

En fin. Me gustaría escuchar su opinión respecto al tema de la media naranja y el príncipe azul. Si ustedes también esperan a esa persona especial. Para finalizar unos diálogos que recordé idóneos para la ocasión.

-"Te amo"-declaró ella, con lágrimas resbalándose por sus mejillas.

Entonces él, parpadeó un par de veces y después esbozó aquella sonrisa que hacía que dos holluelos se formaran en sus mejillas. - "Yo también te amo"-afirmó.

Entonces en un acto sorpresivo, ella frunció el ceño y soltó una risotada.

-¿Qué?-preguntó el chico confundido.

-Eso es enfermamente simétrico-alegó sonriendo ella.

-Oh está bien, si eso te molesta. Algún día aprenderé a quererte menos-comentó él con diversión, mientras tomó la mano de la chica y la entrelazó con la suya.

-Me temo que eso es imposible. Con mis encantos estás condenado a quererme cada día más-advirtió ella posando sus labios en los de él.