Humor experimental

Hay veces en las que uno no puede explicar como se siente. Y hoy es un día de aquellos. En los que me siento "experimental".

No sé qué decir, qué pensar y mucho menos cómo actuar. No sé como reaccionar a lo que sucede a mi alrededor. Porque me pierdo, en todo ésto.

El momento de abrir los ojos después de tanto tiempo llegó. Si no se dieron cuenta, no actualicé en mucho tiempo y fue porque no tenía nada de que quejarme. Fuí tan feliz, que quise ocultar mi felicidad, hacia los demás, tratando de evitar que de algún modo se le apañaran a robármela. Y nadie me la ha robado, pero la he perdido. Me ha dejado más bien...

Me dejó, y dejó a una chica destrozada, que se dió cuenta que realmente había dejado todo, pero todo. Por algo que no valía la pena. Que ya no tenía amigas, que ya no tenía amigos, que ya no tenía nada...

Que una sola cosa, no puede darte la misma felicidad que te dan todo lo que gira a tu alrededor. Y todo comenzó porque tuve un sueño, en la que me encontraba en una escuela, caminaba sola por los pasillos.

Y de repente, en una banca, detrás de un macetero. Mis mejores amigas, sentadas las 3. Y las miré y comencé a llorar. Se acercaron las tres y me preguntaron que tenía. Entonces yo sonreí y dije "Es que si no están conmigo, siento un hueco, aquí en mí corazón"

Una disculpa a todos, en general. Porque me olvidé de todos y les quité la importancia que merecían. Sé que no estuve allí cuando me necesitaron y que puede ser que la mayoría de mis amigos nunca me perdonen, lo aceptó me comporté pésimo. Pero como todo buen humano, cometo más errores de los que me gustaría.

Aprendí la lección (almenos eso creo) y dejaré de depositar todas mis esperanzas en una persona. Dejaré de vivir en el pasado y añorar cosas que ya están muy lejos de volver. Olvidaré todo lo que debí de olvidar hacía mucho tiempo y acabaré con todas esas estúpidas relaciones que lo único que hacen es lastimarme cada vez más. No seguiré más los pasos de nadie, ni pediré su perdón y favor todo el tiempo.

De verdad si no te gusta como soy, vete al carajo. Si no me aceptas como soy, nunca lo harás así que para qué lo intento. Y lo diré, yo te amé no sabes cuanto, y tal vez nunca podré olvidarte, pero que sepas que no queda en mí el hecho de que todos esos recuerdos se vayan a la mierda.

Estoy harta de aparentar algo a todo el mundo. Y de estar al pendiente de ti. No quiero torturarme más con "lo que pudo ser". Si se acabó ayer, no puede haber un mañana.

Ahhh! Quiero gritar en contra de una almohada. Me desespero yo misma...Quiero sacar todo lo que tengo dentro, pero no puedo...es ¡Odiable!

No puedo odiar a nadie, ni buscar culpables, porque la única que merece cadena perpetua soy yo. ¿De verdad soy tan desagradable?

¡No me gusta lastimar a las personas! lo hago sin querer...

Diablos, diablos...¿Qué hago?

Una petición

¿Alguien le pasa el recado a esa personita de lo mucho que le odio?

¿Alguien me puede decir que hago mal?

¿Alguien se ofrece a enseñarme a querer? Creo que no sé como hacerlo.

¿Alguien me dice si de verdad soy una mala persona?

¿Alguien es tan amable de ahorrarme muchos problemas y mandarme al cielo de una sóla vez?

¿Alguien quiere ser mi amigo?

¿Alguien ¡Por dios! me puede decir que no es mi culpa?

¿Alguien me levanta del suelo?

¿Alguien le puede decir que no puedo vivir sin éste individuo?

¿Alguien me explica qué es lo que está pensando?

¿Alguien...alguien quien me diga que es un sueño...por favor?

¿Alguien que me despierte de esta pesadilla?

¿Alguien que me diga que no estoy sola?

¿Alguien que me diga que todo estará bien?

¿Alguien que me diga que mañana será un nuevo día?

¿Alguien?...por favor...dime que no estoy sola

¿Alguien...?

Ilusión

-Quiero creerte, pero no puedo. Es demasiado para mí. Sólo no me dejes sola aquí por favor. Hace frío, y siento que me congelo. No importa si no me abrazas. Házme compañía, es lo único que te pido...¿Es mucho pedir? Me muero, y quiero morir junto a ti. Déjame conservar mi pequeña fantasía. No te vayas, hasta que yo ya no respire más... -pidió ella, con sus pestañas llenas de nieve, su piel violácea, sus ojos perdidos entre la tormenta. Y su respiració más lenta que nunca. Ya no sentía nada, pero no importaba. A éstas alturas, nada importaba. Nada cambiaría, aunque pudiera mover sus extremidades, ella moriría. En un páramo nevado, nadie nunca se enteraría lo sabía.

Se quedó a su lado. Pero en los últimos minutos de su vida, ella abrió los ojos, buscando a su compañía. Pero ya no estaba, caminaba frente a ella, perdiéndose entre la blancura. No logró articular palabra alguna, no tendría importancia tampoco. Pero al menos le habría hecho sentir un poco mejor. Y lo sintió, sintió cuando su sangre al fin se congeló, cuando su corazón no latió más, cuando su piel se quemó, cuando sus pulmones colapsaron, cuando murió. 

Lo sintió todo. Era una observadora de su propia muerte. Tan ajena a ésta. Lo último que logró observar fue una lágrima caer y resbalar por su mejilla antes de congelarse por completo. Si hubiera podido hablar, ella hubiera dicho -No importa, aún así te amo.